La productividad de los trabajadores es un indicador clave para medir la salud económica y el crecimiento potencial, y esto sigue siendo cierto sin importar la escala a la que se aplique.

Desde pymes hasta estados y países enteros, la cantidad de trabajo que realiza un empleado por hora de trabajo es crucial para lograr el éxito a largo plazo.

Hay muchas teorías sobre por qué hay baja productividad en los espacios de trabajo, culpando a todo, desde las empresas por no invertir lo suficiente y los trabajadores por no ser lo suficientemente buenos, hasta la forma en que se calculan las cifras.

Un área que puede atribuirse a afectar la productividad es el entorno de trabajo, y cuando se busca mejorar la productividad de una oficina hay dos constantes que rigen cómo afectan a quienes trabajan dentro de ellas.

La paz y la tranquilidad permiten el enfoque
La eliminación del ruido y otras distracciones aumenta el volumen de trabajo realizado.

Desafortunadamente, los infames cubículos de oficina de los años 60 crearon lugares de trabajo que generaban grandes volúmenes de trabajo, con la interacción social y la distracción mantenidas al mínimo para concentrar todas las energías en el trabajo.

Sin embargo, el volumen de trabajo no se traduce automáticamente en una mejor productividad del trabajador.

Se puede perder mucho tiempo completando trabajos innecesarios y el cubículo de la oficina puede fomentar precisamente eso.

Por ejemplo, las largas cadenas de correo electrónico entre empleados en el mismo edificio, o incluso en el mismo piso, desperdician una cantidad significativa de tiempo.

En lugar de animarlos a tener una charla rápida e informal, pueden encontrarse escribiendo respuestas largas en el transcurso de un día o una semana.

Estar abierto te hace accesible
La mejora de la comunicación fue la motivación principal detrás de la oficina diáfana, que coincidió con la aparición del cubículo de la oficina.

El objetivo de derribar los muros y las barreras entre los trabajadores era fomentar la interacción y facilitar el flujo de información, aumentando la productividad al acelerar el proceso de comunicación. El intercambio de ideas y el trabajo conjunto para resolver problemas difíciles combinaron el poder de pensamiento de varios trabajadores, lo que les permitió producir obras cada vez más importantes.

La desventaja de las oficinas de planta abierta es que puede haber demasiado intercambio de información, gran parte de ella innecesaria y que solo sirve para distraer la tarea en cuestión. Algunos estudios han estimado que la cantidad de productividad perdida en una oficina abierta puede llegar al 28%.

El terreno medio
Con las ventajas y desventajas contrastantes inherentes a estos dos tipos de oficinas, tal vez no sea sorprendente que muchas oficinas encuentren sus soluciones en un punto intermedio entre ellas.

Una combinación de áreas abiertas y luminosas y entornos aislados o cerrados para proporcionar áreas tranquilas, trabaja para crear un entorno híbrido que permite a los trabajadores elegir el espacio que necesitan según lo necesiten.

Las oficinas de planta abierta brindan otros beneficios sobre los espacios cerrados que ayudan a mejorar el bienestar de los trabajadores. Los entornos de trabajo luminosos y aireados que permiten la penetración de la luz natural mejoran la salud y el estado de ánimo de los trabajadores y, por estas razones, el plan abierto se utiliza como escenario para un diseño de oficina de enfoque combinado.

Sin embargo, el plan abierto no significa que no haya áreas de trabajo específicas del plan y se necesita una gestión del flujo de tráfico para que el diseño sea un éxito. Esto fomenta el trabajo colaborativo, la interacción social y la distracción en áreas donde no afecta a quienes necesitan aislamiento para trabajar, mientras que la oficina aún conserva los beneficios de hacer que los colegas sean más accesibles y mejorar el flujo de información e ideas.